Es el procedimiento que se realiza para diagnosticar y tratar el cáncer de vejiga en etapa inicial al mismo tiempo, incluyendo la prueba de diagnóstico y el tratamiento de primera línea. Los hombres tienen casi cuatro veces más probabilidades que las mujeres de ser diagnosticados con este tipo de cáncer.
¿CÓMO SE LLEVA A CABO LA CIRUGÍA?
Es posible que le apliquen anestesia general para este procedimiento, lo que significa que estará dormido. Algunos proveedores pueden usar anestesia regional (o espinal), lo que significa que estará despierto. Sin embargo, no sentirá ningún dolor.
La biopsia y resección del tumor de vejiga se realiza cuando el médico inserta un instrumento rígido llamado resectoscopio en la vejiga a través de la uretra. (Este es el significado de la palabra transuretral). Insertar el resectoscopio de esta manera significa que no es necesario realizar incisiones.
Después, se utilizará el resectoscopio para extirpar el tumor, que se enviará a un laboratorio de patología para su análisis. Una vez que se extrae el tumor, su médico intentará destruir las células cancerosas restantes quemando el área con corriente eléctrica mediante un proceso llamado fulguración o cauterización.
A continuación, se puede decidir insertar algún tipo de medicamento de quimioterapia en la vejiga usando el endoscopio. A esto se le llama quimioterapia intravesical. Su médico podría sugerirle que reciba quimioterapia intravesical de mantenimiento durante un período de tiempo, lo que significa que recibirá tratamientos regulares.
¿CÓMO SERÁ EL SEGUIMIENTO?
Después del procedimiento, se le insertará un catéter en la vejiga para drenar la orina. Es normal que al principio haya sangre en la orina. Beber líquidos ayudará a prevenir infecciones. Le quitarán el catéter cuando no haya más sangre visible en la orina o cuando regrese a casa.
RIESGOS Y EFECTOS SECUNDARIOS DE LA CIRUGÍA
La biopsia y resección de tumores de vejiga son procedimientos muy seguros. Sin embargo, como cualquier cirugía, tiene algunos riesgos.
Estos incluyen:
•Riesgos relacionados con la anestesia.
•Infecciones del tracto urinario.
•Sangrado excesivo o prolongado.
•Perforación (o un agujero) en la vejiga.