La circuncisión es una cirugía para quitar el prepucio, la piel que cubre la punta del pene. En los Estados Unidos, a menudo se hace antes de que el bebé recién nacido salga del hospital.
Los posibles beneficios de la circuncisión incluyen:
- Un menor riesgo de VIH
- Un leve menor riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual
- Un leve menor riesgo de infecciones de las vías urinarias y cáncer de pene. Sin embargo, ambos son raros en hombres
Se recomienda que los padres hablen con el proveedor de salud de su hijo sobre la circuncisión. Deben tomar esta decisión teniendo en cuenta los beneficios, riesgos y sus preferencias religiosas, culturales y personales.
¿CÓMO SE LLEVA A CABO LA CIRUGÍA?
En general, el bebé se encuentra despierto durante la circuncisión y se lo suele colocar en un asiento de plástico moldeado que permite sostenerlo en su lugar de forma segura. El pene y el área circundante se higienizan con un antiséptico antes del inicio del procedimiento.
Durante la circuncisión, se extrae el prepucio para dejar expuesta la cabeza del pene. Normalmente, la intervención produce una pequeña hemorragia y no requiere de puntos de sutura. Puede colocarse un vendaje protector sobre la herida, que en general sana por sí sola en el lapso de una semana a 10 días.
¿CÓMO SERÁ EL SEGUIMIENTO?
Usualmente el supositorio colocado antes de la intervención es suficiente para controlar el dolor del bebé, pero los médicos o enfermeros pueden decidir administrar otro si el bebé parece incómodo.
No se necesitan hisopos de algodón, astringentes ni productos de baño especiales. La mayoría de los médicos recomiendan mantener el área limpia con agua jabonosa tibia.
RIESGOS Y EFECTOS SECUNDARIOS DE LA CIRUGÍA
La circuncisión se considera un procedimiento seguro con riesgos mínimos, de haber alguno. En la mayoría de los casos, no hay complicaciones. En casos infrecuentes, estas pueden incluir infecciones, hemorragia en la zona, riesgos asociados con la anestesia, extracción incompleta, y, rara vez, daños al pene.
